Las
enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo. La
mayoría fallecimientos se pudo evitar con un estilo de vida saludable desde la
infancia, según lo advierte la Organización Panamericana de la Salud (OPS).  
El
sedentarismo, una dieta rica en grasas saturadas y carbohidratos, el exceso de
sal y azúcar, un alto grado de estrés, el tabaquismo y consumo recurrente de
alcohol son los principales detonantes de infartos al corazón entre los
peruanos, según los reportes del Ministerio de Salud. 
En este
contexto, es fundamental cuidar el músculo cardiaco desde los primeros años de
vida. ¿Cómo? Principalmente, con la práctica regular de ejercicios aeróbicos
(caminar, bailar, nadar, montar bicicleta, entre otros) durante 30 minutos, 5
veces a la semana; y con un régimen nutricional balanceado. 
Aprender a
manejar el estrés y tener un sueño adecuado también es muy beneficioso para la
salud cardiovascular; ya que cuando estamos en estado de alerta permanente el
corazón trabaja más; y cuando no dormimos lo suficiente existe mayor riesgo de
sufrir un infarto, de acuerdo con los resultados de un estudio noruego.
Para
conciliar el sueño con facilidad se recomienda acostarse a la misma hora,
evitar cenas muy copiosas, no tomar café después de las 6 de la tarde y apagar
el televisor y celulares al momento de acostarse.
El
cardiólogo Óscar García, de la Clínica Ricardo Palma, destaca la importancia de
realizarse un chequeo anual cardiológico a partir de los 40 años. Sin embargo,
si la persona tiene factores de riesgo o antecedentes familiares
cardiovasculares significativos debe comenzar con el control a partir de los 30
años.
Este
consiste en una adecuada anamnesis y un examen físico detallado y minucioso.
Además de electrocardiograma (EKG), prueba de esfuerzo, ecocardiografía transtorácica
y análisis de laboratorio para evaluar factores de riesgo metabólicos. 
En caso
deba ampliarse los estudios, pueden realizarse procedimientos como: Mapa
(monitoreo ambulatorio de presión alta de 24 horas) y Holter (monitoreo
ambulatorio del registro electrocardiográfico por 24 horas para evaluar
alteraciones en el ritmo cardiaco o en la frecuencia cardiaca).
Al momento
de efectuarse los exámenes de laboratorio es necesario estar en ayunas.
Mientras que para el resto de pruebas se aconseja estar con ropa cómoda.
Adquiera un estilo de vida ahora, no espere a sentirse mal para
seguir un régimen nutricional balanceado y hacer ejercicios.  Esto lo ayudará a prevenir un sinfín de
patologías.
