Descubre en esta nota todo lo que necesitas saber acerca del mantenimiento que debes darle a tu auto.
Para que tu auto se mantenga en óptimo
estado y asegures su vida útil, es necesario realizar un mantenimiento
preventivo que permita brindarle cuidado y protección frente a posibles daños.
Por eso hoy, Jorge Osaki, subgerente de Operaciones Posventa de Grupo Pana, te
presenta los problemas más frecuentes que llegan a los talleres y cómo pueden
evitarse con una revisión habitual.
¿Cuáles son los trabajos más
solicitados en los talleres?
- Chequeo, limpieza y regulación de frenos: Esto asegurará un funcionamiento
adecuado, y evitará que un desgaste pronunciado de pastillas o zapatas de freno
deteriore los discos o tambores que finalmente tendrían que reemplazarse, con
la consecuencia de desembolsos no esperados.
- Limpieza de inyectores, tanto para gasolina como diésel: Es necesario llevar a cabo en tanto se
note una disminución en la respuesta del motor; y que, muchas veces, puede
evitarse o disminuirse en frecuencia empleando limpiadores de sistemas de
combustible agregados desde el mismo tanque de combustible.
- Alineamiento de dirección: Se hace necesario ante las irregularidades que encontramos en nuestras
pistas, tanto para asegurar la maniobrabilidad de nuestro auto como para
mantener nuestros neumáticos con un contacto adecuado con la superficie del
camino y evitar desgastes disparejos que, además, disminuirán su
"agarre" con la pista.
- Sustitución del kit de embrague: El embrague es uno de los componentes principales
que se desgasta con el paso del tiempo. Esto ocasiona que no se transmita la
potencia del motor a la caja de cambios, provocando que tu auto no funcione
correctamente y consuma más combustible.
- Verificación de la
"puesta a punto" del motor: Nos asegura que el motor no sólo funcione, sino, que funcione como
"debe" funcionar, generando una adecuada combustión sin
"quemar" más combustible del necesario, y por tanto sin expulsar
gases contaminantes en proporciones no esperadas y, obviamente, no generando
gastos innecesarios.
Si bien algunas de estas reparaciones
son imprevisibles, puedes evitar la mayor parte de ellas simplemente con
realizar revisiones periódicas o mantenimiento preventivo a tu auto. Esto resulta
beneficioso para tu bolsillo, ya que puedes evitar que una reparación simple se
convierta en una más costosa a futuro. Por ello, te dejamos a continuación lo
que debes revisar en tu auto regularmente en un mantenimiento preventivo:
- Filtro de aire: Ocasionalmente, los problemas en tu vehículo se deben a que los filtros
de aire se encuentran obstruidos, dejando pasar la suciedad o cualquier otra
partícula hacia el motor afectando su rendimiento o impidiendo el flujo de aire
suficiente para que se genere la potencia que se requiere, haciendo que
aceleres más y, como consecuencia, gastes más combustible y además se expulse
más gases tóxicos por el escape. Niveles de aceite y refrigerante: Antes de
realizar viajes largos en carretera, es una buena opción revisar los niveles de
ambos líquidos.
- Batería: Puede ser un problema grave quedarse a
mitad de camino por tener bajos niveles de carga de batería. Por eso, es
esencial siempre realizar un chequeo previo en un taller de confianza y
equipado convenientemente para ello.
- Neumáticos: Cuando los neumáticos se encuentran en buen estado, podemos asegurar
una buena conducción. Por eso, siempre se debe verificar la presión y el buen
estado de los mismos todos los meses, antes de realizar viajes largos o con
carga adicional.
- Faros, frenos y luces de estacionamiento: En cada mantenimiento, se debe pedir una revisión exhaustiva, ya que muchos de estos elementos son imprescindibles a la hora de conducir tu auto.