La anemia ferropénica se produce por la deficiencia de hierro, el cual forma parte importante de los glóbulos rojos. Este tipo de anemia es frecuente y se manifiesta cuando la hemoglobina disminuye por debajo de los límites normales. El doctor José Caravedo, hematólogo de la Clínica Ricardo Palma brinda mayor información al respecto.
- Este tipo de
anemia se puede presentar en adultos por pérdida sanguínea crónica, que puede
ser ginecológica o gastrointestinal y no por una dieta escasa en alimentos
ricos en hierro. En niños menores de 3 años por una nutrición inadecuada y falta de suplemento en el
primer año de vida
- Sus síntomas más frecuentes son: Cansancio extremo, debilidad, piel pálida, falta de
aliento, palpitaciones, dolor de cabeza, mareos, vértigo, antojos inusuales de
sustancias no nutritivas como hielo, tierra o papel y falta de apetito, en
especial, en bebés y niños.
- Se diagnostica de dos
maneras: Directa por medio de un estudio de médula ósea, el cual nos permite
llegar al diagnóstico con 100% de certeza, al constatar la ausencia de hierro
medular procesando la muestra con coloraciones especiales. E indirecta por medio de la historia clínica
del paciente, a través de un examen físico y realizando exámenes de laboratorio.
Sin embargo, estos exámenes nos dan una certeza del 70%.
- Su tratamiento consiste en la
administración de hierro y al mismo tiempo detectar el nivel de pérdidas y
eliminarlo, de otra manera, se continuará con anemia ferropénica. Es muy importante
combatirla, a fin de evitar retrasos en el crecimiento y desarrollo físico e
intelectual, problemas durante el embarazo (partos prematuros, bebés con bajo
peso al nacer), problemas del corazón (latidos irregulares), entre otros.
- La prevención y un chequeo médico oportuno son las mejores herramientas para detectar de manera precoz esta afección.