Las enfermedades bucodentales causan dolor, molestias y pueden afectar
seriamente la calidad de vida, así lo advierte la Organización Mundial de la
Salud. Las estadísticas revelan que casi
el 10% de la población del planeta sufre de periodontitis, inflamación crónica
multifactorial caracterizada por la destrucción progresiva del aparato de
sostén del diente. Afecta tanto a las encías como al hueso.
El odontólogo Manuel Tovar, de la Clínica Ricardo Palma, explica que los factores
de riesgo más frecuentes son: gingivitis, hábitos de salud oral deciente,
fumar, cambios hormonales (relacionados con el embarazo o menopausia),
obesidad, nutrición inadecuada. Así
como, ingesta de medicamentos que provocan sequedad de la boca o cambios en las
encías como antidepresivos, diuréticos, hipertensivos, entre otros.
La leucemia, el VIH y los tratamientos para el cáncer también pueden
desencadenar periodontitis; ya que debilitan el sistema inmunológico. La
diabetes, la artritis reumatoide y la enfermedad de Crohn son otras dolencias
que incrementan considerablemente la posibilidad de desarrollar esta afección
que en casos extremos causa la pérdida piezas dentales.
Para prevenirla es importante cepillarse los dientes después de cada
comida, usar hilo dental, colutorio, visitar al especialista cada 6 meses para
realizarse un control de rutina y seguir una dieta balanceada, restringiendo
azúcares y carbohidratos simples.
PRESTE ATENCIÓN
Las señales de alerta más comunes de enfermedad periodontal en niños y
adultos a nivel de encías son: sangrado, coloración rojiza o morada,
inflamación, hipersensibilidad, separación del diente. Además, de movilidad
dentaria, dolor al masticar, retratación gingival que da la sensación de tener
los dientes más largos y mal aliento
El plan del tratamiento tiene 4 pilares, según lo explica el odontólogo Tovar. En la etapa sistémica el paciente debe estar debidamente controlado (nivel de glucosa en sangre, presión arterial) para lograr un pronóstico favorable de recuperación.
En la fase periodontal se realiza la fisioterapia oral, eliminación de factores retentivos de placa, raspado y alisado radicular y reevaluación. Mientras que en la complementaria o correctiva se combate la afección de manera quirúrgica o no quirúrgica. Esto dependerá de la severidad de cada caso.
Finalmente, la etapa de mantenimiento es clave para controlar la
periodontitis a largo plazo. El paciente debe seguir una estricta higiene oral
diaria y visitar al dentista cada 3 para que valore su situación y detectar de
manera oportuna posibles nuevos puntos de actividad de la enfermedad.