Las intervenciones
quirúrgicas en edades tempranas pueden generar mucho miedo, ansiedad y estrés a
los niños. Por ello, es muy importante que el personal asistencial del centro
de salud tenga una relación cercana con los pequeños y familiares antes de la
operación a fin de que la experiencia hospitalaria resulte lo más positiva
posible para los menores.
“Diversas investigaciones
revelan que crear ambientes agradables en el entorno hospitalario ayuda a
disminuir los nervios del paciente pediátrico y facilita los procedimientos
prequirúrgicos, mejorando las condiciones a la inducción preanestésica”, explica
el doctor Edgar Amorín, Jefe de Sala de Operaciones de la Clínica Ricardo
Palma.
En este contexto, el Centro
Quirúrgico Pediátrico ha implementado un novedoso proyecto para el traslado
hacia el quirófano de los pequeños pacientes. En lugar de las tradicionales
camillas, utilizan autos eléctricos manejados a control remoto por una
enfermera. De esta forma, el trayecto a la sala de operaciones es más amigable
y menos traumático, pues se convierte en un juego que le permite llegar
relajado y contento al quirófano.
La doctora Grace Escobedo, Sub
Gerente de Salud de la Clínica Ricardo Palma, señala que esta propuesta
responde a un objetivo de calidad sanitaria orientado al concepto de
humanización previo a una cirugía; ya que tiene como objetivo reducir la
tensión y brindar una experiencia más amigable para el niño. “Este tipo de medidas
nos permite ayudar al paciente y a su familia a afrontar de mejor manera esta
situación”, refiere.
Esta iniciativa es parte del proyecto pediátrico “Las aventuras de Kenko” que ofrece asesoramiento e información sobre aspectos de salud y psicología en cada etapa de desarrollo de los niños y busca humanizar el entorno hospitalario para los pequeños pacientes, a la vez que refuerza valores como la responsabilidad, amistad, valentía y prudencia.