En nuestro país, la
automedicación es una costumbre frecuente. Este mal hábito puede complicar
seriamente el cuadro del paciente y, en casos extremos, provocar la
muerte. La Organización Mundial de la
Salud (OMS) señala que automedicarse es adquirir un fármaco sin la prescripción
de un médico tratante. El doctor Julio Cachay, especialista en medicina interna
de la Clínica Ricardo Palma, explica 6 razones para abandonar esta peligrosa
práctica.
- Enmascaramiento de
enfermedades. Al disminuir los síntomas, algunos fármacos dificultan el
diagnóstico de la afección. Por ejemplo, los antiespasmódicos alivian los
cólicos abdominales y retardan el tratamiento quirúrgico en caso de apendicitis.
Pérdida de tiempo valioso para el tratamiento y recuperación del paciente.
- Adicción. Ciertos
fármacos pueden provocar dependencia como los antitusivos (fármacos para
disminuir la tos) con codeína, sin que la persona se percate. Aquí radica la importancia de pasar por
consulta médica y no dejarse llevar por las recomendaciones de un amigo o
familiar.
- Todos los
medicamentos, incluso aquellos de venta libre pueden generar efectos secundarios.
En ocasiones, las reacciones adversas son más incómodas que los propios
síntomas de la afección (alergias, intoxicaciones, entre otras), incluso pueden
disminuir los efectos de otras medicinas, si se trata otras afecciones.
- Cuadros graves. Al
tomar antibióticos sin control puede generar resistencia bacteriana. Los
microorganismos al estar expuestos constantemente al medicamento mutan y
desarrollan mecanismos de defensa. Esto ocasiona la pérdida de su eficacia y es
necesario el empleo de antibióticos más potentes.
- Falta de
efectividad debido a condiciones inadecuadas. La elección de la medicina debe
tener criterios clínicos. Existen
cuadros que pueden ser confundidos por las personas con malestares previos y bajo
este criterio tomar pastillas que no deberían. Por ejemplo, tomar antibióticos
para tratar procesos virales.
- Puede dañar sus
órganos. La dosis de la medicina debe ser calculada por el doctor en la
consulta. Si es muy baja no da resultados; si es alta puede tener serias
consecuencias, en especial, si se sufre de enfermedades crónicas.
La automedicación
es un hábito peligroso, en especial, si se ingieren antibióticos. Esto puede
causar una epidemia de súper bacterias, según lo advierte la OMS. No tome
medicamentos a la ligera: el remedio puede resultar peor que la enfermedad. Ya
está advertido.